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Leche robada: denuncian que la Justicia desvía la investigación para dejar impunes a los verdaderos responsables

El Centro Mandela, denuncia que la Justicia «orienta» el caso hacia cuatro personas para no investigar a los verdaderos responsables. Asegura que gran parte de la leche que compró Fiduciaria del Norte «nunca ingresó a Salud Pública»: «once camiones fueron descargados en el depósito de la empresa Cheek S.A.».

El dueño del negocio Cheek S.A., Sergio Saidman, y el encargado del depósito de dicha empresa, Claudio Ernesto Saucedo, no pudieron evitar caer en contradicciones cuando declararon en la causa que investiga el robo de las 200 toneladas de leche.

Saidman afirmó que toda la leche fue entregada a Salud Pública, según los remitos que presentó ante la Justicia. Si bien en esos instrumentos no figuraba ningún domicilio, dijo que entregó la leche en el galpón del Ministerio ubicado en el Km. 1006,5 de Ruta 11. Lo que publicó Saidman fue desmentido por su propio empleado, Claudio Ernesto Saucedo, quien manifestó -como testigo de la causa- que los primeros once camiones fueron descargados en el depósito de la empresa Cheek S.A. y que los últimos cuatro fueron derivados al galpón alquilado por Salud Pública que está ubicado en el Km 23.5 de la Ruta 16, jurisdicción de Puerto Tirol.

 

El Centro Mandela, denuncia que la «Justicia penal, tramposamente orienta la investigación para descubrir el robo hormiga que protagonizaron cuatro personas y no investiga a los verdaderos autores de la gran estafa».

 

MENTIRAS EVIDENTES
El 17 de septiembre Saidman declaró como testigo; dijo que “la leche, al llegar a Resistencia, se debe realizar la introducción bromatológica correspondiente, en la Dirección de Bromatología de la Municipalidad de Resistencia, con posterioridad era entregada en los galpones que tiene el Ministerio de Salud Pública, en ruta 11, no recuerdo la altura, en inmediaciones del Aeropuerto, confeccionándose los remitos correspondientes, los cuales eran firmados por los responsables”. Además dijo ese día que “nunca operamos” con el galpón ubicado en Puerto Tirol.

Su jefe de depósito, Saucedo, lo desmintió en la misma causa de la leche robada. El 12 de octubre declaró que “este año, la (becaria) Sra. Aceval me había dicho que tenía problemas de espacio. Que no tenían lugar en el depósito situado en Ruta 11 Km. 1003 cerca del barrio Barberán” y que por esa razón los primeros 11 camiones con leche Purísima se descargaron en el galpón de Cheek S.A. y declaró que “los últimos cuatro camiones que recibimos, no recuerdo la fecha, pero sé que era durante el mes de mayo. Yo le avise a Marcela Aceval, y ella me dijo que estos camiones los iban a descargar en Tirol”.

En definitiva, el 75% de la leche comprada por la Fiduciaria del Norte fue almacenada en el galpón de Cheek S.A. El encargado del depósito de esta empresa luego agregó que la leche era retirada “de a poco”.

Sin embargo y a pesar de que sólo cuatro camiones descargaron 75.264 kilos de leche en el fatídico galpón de Puerto Tirol, la Justicia penal insiste en investigar que desde allí robaron 200 mil kilos de leche. Este dato es contundente y pone en evidencia que la investigación es sesgada y tramposa, y que el posible propósito que persiguen es evitar que se descubra a los grandes estafadores.

Saucedo, reconoció que entregaban parte de la leche robada por instrucciones telefónicas que recibían de la becaria Aceval, y que confeccionaban remitos generales para justificar la entrega cuando la presunta cantidad retirada alcanzaba el kilaje similar a la carga de un equipo compuesto por un chasis y un acoplado.

 

CONTRADICCIONES DEL TESTIGO ARREPENTIDO

Antonio Ariel Escalante – que busca el premio de menor condena – declaró en dos oportunidades en la causa. Sus manifestaciones fueron claramente contradictorias. Expuso dos hipótesis muy diferentes. En una de ellas o en las dos pudo haber mentido. Sin embargo, el procurador Canteros, dio entidad pública a los dichos de Escalante e inició un derrotero por los medios masivos de comunicación señalando que el caso estaba esclarecido.

La confesión del «arrepentido» le permitió al jefe de los fiscales arriesgar que unas 30 toneladas se vendieron ilegalmente a un fabricante de helados de la ciudad de Resistencia y otras 70 toneladas fueron enviadas una fábrica de quesos de la provincia de Córdoba, a través de una cooperativa que presuntamente compraba la leche en polvo encubierta como “suero el polvo”.

LOS RETIROS DE ESCALANTE EN CHEEK
El 25 de octubre, Escalante detalló que retiró leche que fue robaba junto a otros cómplices desde el galpón de la empresa Cheek S.A. Que lo hacía acompañando a una persona que identificó como “Fernando”, quien manejaba una camioneta y que su tarea era cargar el vehículo. En ese momento dijo que el rodado era de marca Fiat. Todavía aparecía en escena los vehículos Kangoo y una Master, ambas de marca Renault.

Según la primera declaración indagatoria de Escalante, se retiraron aproximadamente 24 mil kilos en varios viajes que hicieron juntos. En la audiencia, además de declarar, se le exhibieron al acusado 12 remitos de los retiros parciales. Del primero dijo que no era su firma la que estaba al pie del remito y agregó que debía ser de “Fernando”.

De los otros once, señaló textualmente: “reconozco mi firma y mi aclaración puesta al pie en cada uno de ellos”.

En toda esa declaración no había ninguna referencia al galpón que el Ministerio de Salud alquilaba en Puerto Tirol.

Diez días más tarde, el mismo Escalante decidió ampliar su primera declaración. Antes cambió de abogado. Reemplazó al Dr. Carlos Eduardo Bermejo por el Dr. Juan Carlos González.

El 7 de noviembre pidió declarar como arrepentido. Así aparecieron las camionetas marca Renault. El imputado colaborador cambió su status porque dejó de ser un simple changarín para pasar a reconocer que era el chofer.

Las contradicciones en las que incurrió Escalante intentaron ser justificadas por este imputado. Dijo: “respecto a mi anterior declaración de imputado, quiero aclarar que todo eso me hizo decir el abogado que me puso el Sr. José Luis Maidana, ellos me enseñaron a que declare de esa forma”. Maidana es el dueño del supermercado Norita, ubicado por avenida Sabín, en Villa Río Negro. También está detenido y por el momento se abstuvo de declarar ante los fiscales, que estiman que tuvo un rol importante en la leche robada porque refleja una evolución patrimonial importante en los últimos tiempos.

Parece que no interesó a los investigadores por qué el primer defensor de Escalante, según sus dichos, le habría recomendado que mintiera de tal forma. En la segunda declaración Escalante se explayó con comodidad sobre el trabajo de la banda de la Kangoo, sobre cómo sacaron la leche del galpón de Puerto Tirol, que no contaba con servicios de energía eléctrica ni control y vigilancia de ninguna clase. Explicó cómo redujeron la leche robada en bolsas de diez kilos para venderlas.

 

¿Desarrollo Social en otra escena de un delito que no se investiga?
El CENTRO MANDELA recogió cajas de leche Purísima en viviendas de las barriadas pobres ubicadas en las zonas norte y sur de Resistencia. En todas figura la leyenda “Prohibida su venta” y “Ministerio de Desarrollo Social”. De los testimonios recibidos, atribuyen la venta a dos dirigentes.

¿Acaso la banda de la Kangoo también se hizo de leche fortificada del ministerio que encabeza Roberto Acosta?

A los investigadores no parece importarle. Sin embargo, debieron abrir otra causa penal para investigar posibles actos de corrupción en Desarrollo Social.

 

Fuente: Centro Mandela DD.HH.

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